Poema
Tristura
Inorrek ba al daki
zer den sentitzen dudana?
min sakon eta ilun hau
zer da?
zergaitik erortzen dira
malko gazi hauek
nire begietatik
inorrek ba al daki
zer den kontsumitzen didan
hotz izotzaile hau?
ba al dakizu?
egunak joan eta etortzen dira,
baina nik ez daki zer den,
hustuta nago, puxika k bezala,
laister airerik gabekoa
festak dira nire inguruan,
baina ez nago posik,
barreak entzuten ditut,
baina euria egiten du nire barnean
ez daukat desiorik ,
es daukat esperantzarik,
mundua iluna da,
mundutar denak iluna da
mina da munduko zentrua,
greziarrek oker zebilen,
ez da lurra ezta eguzkia,
begiratu behar ditugunak
zergaituk daude pozik,
euria egiten badu,
egunero gendea hiltzen da,
baina inoiz ez gara konturatzen
edozein momentuan hil gintezke,
zergaitik ez orain?
zerren beldur gara?
mundua iluna da eta
ez dago ihesbiderik,
dena da kartzela,
gu gara kartzela,
eta kartzela gu da.
mundua distorsionatu egin da,
soinak entzuten dira
ez da nire bihotza
hura duela hitzali zen eta
malkoak itsaso bat egin dute,
eta ni han nabil,
beraren artean igeri,
igelak bezala.
Tristura
Inorrek ba al daki
zer den sentitzen dudana?
min sakon eta ilun hau
zer da?
zergaitik erortzen dira
malko gazi hauek
nire begietatik
inorrek ba al daki
zer den kontsumitzen didan
hotz izotzaile hau?
ba al dakizu?
egunak joan eta etortzen dira,
baina nik ez daki zer den,
hustuta nago, puxika k bezala,
laister airerik gabekoa
festak dira nire inguruan,
baina ez nago posik,
barreak entzuten ditut,
baina euria egiten du nire barnean
ez daukat desiorik ,
es daukat esperantzarik,
mundua iluna da,
mundutar denak iluna da
mina da munduko zentrua,
greziarrek oker zebilen,
ez da lurra ezta eguzkia,
begiratu behar ditugunak
zergaituk daude pozik,
euria egiten badu,
egunero gendea hiltzen da,
baina inoiz ez gara konturatzen
edozein momentuan hil gintezke,
zergaitik ez orain?
zerren beldur gara?
mundua iluna da eta
ez dago ihesbiderik,
dena da kartzela,
gu gara kartzela,
eta kartzela gu da.
mundua distorsionatu egin da,
soinak entzuten dira
ez da nire bihotza
hura duela hitzali zen eta
malkoak itsaso bat egin dute,
eta ni han nabil,
beraren artean igeri,
igelak bezala.
.Aurten ere Euskararen Eguna ospatu dugu auzoan ekimen asko eta asko aurrera eramanez.
Aurten ere auzoko eragile askok hartu dute parte ekimen hauetako antolakuntzan, besteak beste, Auzo elkartea, Karmengo jaiak batzoardea, AEK,
Herria elkartea, Arrano Beltza Euskal Tokia, Kresala elkartea, Kai Harripe, EHE, Kantu Jira eta Herri Dantza, Haraino Taldea, Udalaren Txistulari Banda, Urgullpeko gazteak, Orixeko Gurasoak, Orixe Ikastola, Kale Lagunak, Alde Zaharra Kirol Elkartea.
Ikusten den bezala euskararen aldeko apostua auzoko eragile gehienek egiten dute.
Orain falta dena da apostu hori urteko egun bakarrean ez geratzea, hor dugu aurtengo Korrika, beste aukera bat denon artean euskarari beste bultzada bat emateko. Euskararen Eguna egunero !
Aurten ere auzoko eragile askok hartu dute parte ekimen hauetako antolakuntzan, besteak beste, Auzo elkartea, Karmengo jaiak batzoardea, AEK,
Herria elkartea, Arrano Beltza Euskal Tokia, Kresala elkartea, Kai Harripe, EHE, Kantu Jira eta Herri Dantza, Haraino Taldea, Udalaren Txistulari Banda, Urgullpeko gazteak, Orixeko Gurasoak, Orixe Ikastola, Kale Lagunak, Alde Zaharra Kirol Elkartea.
Ikusten den bezala euskararen aldeko apostua auzoko eragile gehienek egiten dute.
Orain falta dena da apostu hori urteko egun bakarrean ez geratzea, hor dugu aurtengo Korrika, beste aukera bat denon artean euskarari beste bultzada bat emateko. Euskararen Eguna egunero !
El cascabel al gato
Adaptación de la fábula de Félix María Samaniego En una casona del centro de la ciudad, vivía una familia que tenía un gato como mascota. El minino era querido por todos y le colmaban de atenciones. Siempre tenía comida a su disposición y dormía en un mullido cojín al calor de la gran chimenea. Era un gato afortunado al que no le faltaba de nada.
Cuando no comía o estaba echándose la siesta, merodeaba por la casa buscando ratones. Le encantaba atraparlos para jugar con ellos. El gato era tan enorme y rápido que los pobres roedores vivían angustiados, siempre sintiendo una sombra amenazante cerca de su guarida.
Tanto miedo le tenían, que los ratoncitos dejaron de salir a buscar comida. Antes se organizaban de dos en dos y corrían a la cocina para robar un pedazo de queso o un mendrugo de pan que había caído al suelo. Pero desde que el gato se había adueñado de la casa, nunca encontraban el momento para salir de la cueva ¡Era demasiado peligroso!
Los ratones tenían cada día más hambre y estaban quedándose escuálidos por no comer. La situación era tan insostenible que decidieron reunirse para tomar una determinación. Una tarde se juntaron y formaron un corro. Desde los ratones ancianos a los más jóvenes, todos estaban dispuestos a solventar el problema cuanto antes.
Largo rato estuvieron debatiendo qué era lo que podían hacer, pero a ninguno se le ocurría una buena idea ¡Qué desesperación!
Cuando estaban a punto de rendirse y disolver la junta de ratones, uno de ellos se puso en pie y propuso algo muy interesante.
– ¡Ya lo tengo! – chilló con voz aguda – La única manera de poder salir de la ratonera tranquilos es tener al gato localizado. Si siempre sabemos dónde está, podemos aprovechar cuando esté lejos para movernos por la casa.
– Ciertamente es una gran idea – asintió pensativo el ratón al que todos consideraban el jefe del clan – Pero dime, muchacho… ¿Qué propones?
– ¡Muy sencillo! Le pondremos un cascabel al gato y así sabremos cuándo se acerca y estamos en peligro.
Todos se miraron en silencio y seguidamente, hubo un estallido de aplausos.
– ¡Bien dicho! – gritó uno.
– ¡Es una idea genial! – secundó otro.
¡Qué felicidad! Al fin habían encontrado una manera de tener al enemigo controlado.
Desgraciadamente, el júbilo duró muy poco. El más viejo de los ratones se atusó los bigotes y mandó sentarse a todo el mundo. Con voz grave y midiendo sus palabras, se dirigió a sus oyentes.
– Veo que todos estáis de acuerdo con el plan – habló carraspeando – Pero decidme… ¿Quién de vosotros será el encargado de ponerle el cascabel al gato?
El silencio que inundó la sala se podía cortar. Los ratones contuvieron el aliento y se quedaron petrificados por el miedo. Finalmente, comenzaron a opinar.
– Yo no puedo… Lo siento, ya soy muy mayor y tengo artrosis. No podría subirme al lomo del gato aunque quisiera – dijo un ratón canoso y con aspecto cansado.
– Yo tampoco puedo – se apresuró a decir otro con una vocecilla casi imperceptible- Sabéis que soy corto de vista y no atinaría a ponerle el collar.
– Lamento decir que debido a mi cojera, el gato me atraparía antes de que pudiera darme cuenta – apuntó un ratón de mediana edad que tenía una patita más corta que la otra.
Y así, uno tras otro, todos los ratones fueron poniendo excusas para no ponerle el cascabel al gato. Cuando habló el último, todos comprendieron que la idea era buena, pero lo difícil era llevarla a la práctica. Entristecidos, abandonaron la reunión y se fueron a sus camitas a ver si se les ocurría algo que les permitiera, algún día, deshacerse del gato.
Moraleja: hablar y opinar es fácil. Muchas veces decimos cómo tienen que ser las cosas y aconsejamos a los demás lo que deben hacer, pero hay que estar en el pellejo del otro para darse cuenta de que una cosa es lo que se dice y otra hacer lo que se predica.
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Adaptación de la fábula de Félix María Samaniego En una casona del centro de la ciudad, vivía una familia que tenía un gato como mascota. El minino era querido por todos y le colmaban de atenciones. Siempre tenía comida a su disposición y dormía en un mullido cojín al calor de la gran chimenea. Era un gato afortunado al que no le faltaba de nada.
Cuando no comía o estaba echándose la siesta, merodeaba por la casa buscando ratones. Le encantaba atraparlos para jugar con ellos. El gato era tan enorme y rápido que los pobres roedores vivían angustiados, siempre sintiendo una sombra amenazante cerca de su guarida.
Tanto miedo le tenían, que los ratoncitos dejaron de salir a buscar comida. Antes se organizaban de dos en dos y corrían a la cocina para robar un pedazo de queso o un mendrugo de pan que había caído al suelo. Pero desde que el gato se había adueñado de la casa, nunca encontraban el momento para salir de la cueva ¡Era demasiado peligroso!
Los ratones tenían cada día más hambre y estaban quedándose escuálidos por no comer. La situación era tan insostenible que decidieron reunirse para tomar una determinación. Una tarde se juntaron y formaron un corro. Desde los ratones ancianos a los más jóvenes, todos estaban dispuestos a solventar el problema cuanto antes.
Largo rato estuvieron debatiendo qué era lo que podían hacer, pero a ninguno se le ocurría una buena idea ¡Qué desesperación!
Cuando estaban a punto de rendirse y disolver la junta de ratones, uno de ellos se puso en pie y propuso algo muy interesante.
– ¡Ya lo tengo! – chilló con voz aguda – La única manera de poder salir de la ratonera tranquilos es tener al gato localizado. Si siempre sabemos dónde está, podemos aprovechar cuando esté lejos para movernos por la casa.
– Ciertamente es una gran idea – asintió pensativo el ratón al que todos consideraban el jefe del clan – Pero dime, muchacho… ¿Qué propones?
– ¡Muy sencillo! Le pondremos un cascabel al gato y así sabremos cuándo se acerca y estamos en peligro.
Todos se miraron en silencio y seguidamente, hubo un estallido de aplausos.
– ¡Bien dicho! – gritó uno.
– ¡Es una idea genial! – secundó otro.
¡Qué felicidad! Al fin habían encontrado una manera de tener al enemigo controlado.
Desgraciadamente, el júbilo duró muy poco. El más viejo de los ratones se atusó los bigotes y mandó sentarse a todo el mundo. Con voz grave y midiendo sus palabras, se dirigió a sus oyentes.
– Veo que todos estáis de acuerdo con el plan – habló carraspeando – Pero decidme… ¿Quién de vosotros será el encargado de ponerle el cascabel al gato?
El silencio que inundó la sala se podía cortar. Los ratones contuvieron el aliento y se quedaron petrificados por el miedo. Finalmente, comenzaron a opinar.
– Yo no puedo… Lo siento, ya soy muy mayor y tengo artrosis. No podría subirme al lomo del gato aunque quisiera – dijo un ratón canoso y con aspecto cansado.
– Yo tampoco puedo – se apresuró a decir otro con una vocecilla casi imperceptible- Sabéis que soy corto de vista y no atinaría a ponerle el collar.
– Lamento decir que debido a mi cojera, el gato me atraparía antes de que pudiera darme cuenta – apuntó un ratón de mediana edad que tenía una patita más corta que la otra.
Y así, uno tras otro, todos los ratones fueron poniendo excusas para no ponerle el cascabel al gato. Cuando habló el último, todos comprendieron que la idea era buena, pero lo difícil era llevarla a la práctica. Entristecidos, abandonaron la reunión y se fueron a sus camitas a ver si se les ocurría algo que les permitiera, algún día, deshacerse del gato.
Moraleja: hablar y opinar es fácil. Muchas veces decimos cómo tienen que ser las cosas y aconsejamos a los demás lo que deben hacer, pero hay que estar en el pellejo del otro para darse cuenta de que una cosa es lo que se dice y otra hacer lo que se predica.
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2017ko maiatzak 22
Orain dela bi aste, Augsburg-en egon nintzen, Munich-etik kilometro gutxira dagoen hiri famatu bat. Tipp Topp eta Lizardi Institutuak antolatutako ikasle trukaketa izan zen. Gaztelania ikasten ari ziren ikasle aleman batzek Zarautzera etorri ziren aste bete gure kultura eta hizkuntza hobeto ezagutzera. Espainiako ikasle bakoitza “Deutsch” bat eduki zuen “Schöne Woche” bat Izateko eta elkar ezagutzeko. Etxera etorri zitzaidan “Mädchen”-a Anna –Lena zuen izena eta ondo ibili ginen. Nire lagunak ezagutu zituen eta etxean ere gustura ibili ginen. Bere hirira joan nintzenean ez nuen uste halako etxe handia edukiko zutenik. Hiru pisukoa zen eta Haribo, Milka eta Lidor marka alemanak direnez, oso merke zeuden. Museoak oso interesgarriak izan ziren, Aro modernotik gaur egun arte kontatu ziguten. Fugger familiaren historia ikasi genuen. Oso familia aberatsa izan zen eta lehenengo herri soziala egin zuten. Txiroek bakarrik euro bat ordaindu behar zuten eta herriak bere legeak zituen, baina asko laguntzen zien. Fuggeren bidaiek eta komertzioa ere erakutsi ziguten. Oso interesgarria hiri hori, erreformistak, aberastasuna, merkatari familiak eta abar edukita. Munich ere ezagutu genuen. Hiri handia da eta museo interesgarriak ditu. Arkitektura oso garrantzitsua izan zen ere, hori ikusten da edozein katedrali begiratuz. lekuko janaria ez zegoen txarra, baina gurina, haragia eta garagardoa baino ez dute jaten. edateko beti ura gasekin edaten dute eta begetal gutxi jaten dute. egunero gozokiak dituzte eskuetan, eskerrak kirol asko egiten duten. Nire esperientzia lau hitzetan esanda: zoragarria izan da. Leku leku berria ezagutu ditut eta beste hizkuntza bat ikasteko aukera izan dut, oso ondo egon nahiz. Haz clic aquí para editar. |